
Plan Fiscal de Trump en EE. UU.: Claroscuro para la Economía Mexicana
El Senado estadounidense aprueba un ambicioso paquete fiscal de Donald Trump, con recortes de impuestos y gastos, que promete alivio fiscal en EE. UU. pero plantea efectos indirectos y desafíos para México en remesas y el atractivo del nearshoring.

El Senado de Estados Unidos ha dado un paso crucial hacia la consolidación de las prioridades económicas del presidente Donald Trump al aprobar su ambicioso proyecto fiscal. Con una votación de 51 a favor y 50 en contra, decidida por el voto de desempate del vicepresidente J.D. Vance, el paquete legislativo se dirige ahora a la Cámara de Representantes para su aprobación final antes del 4 de julio. Esta iniciativa extiende los recortes fiscales del primer mandato de Trump, elimina el impuesto a las propinas y destina miles de millones de dólares a defensa y control migratorio.
La Casa Blanca ha calificado el plan como una “victoria para los trabajadores, agricultores y pequeñas empresas”, destacando que garantiza un “alivio fiscal histórico”, además de brindar seguridad fronteriza, reformar la asistencia social y financiar infraestructura crítica. Sin embargo, la Oficina de Presupuesto del Congreso proyecta un aumento del déficit de más de 3 billones de dólares para 2034. Para contrarrestarlo, los republicanos proponen recortes a programas sociales vitales como Medicaid y SNAP, así como a los incentivos para energías renovables.
Impactos Indirectos en México: Remesas y Nearshoring
Expertos advierten que, de aprobarse las enmiendas del Senado en la Cámara de Representantes, este plan fiscal generará efectos indirectos significativos en México, dada su cercanía geográfica y su íntima relación comercial con Estados Unidos.
Janneth Quiroz, directora de análisis económico de Monex, explicó que una política fiscal expansiva en Estados Unidos generalmente se traduce en una mayor actividad económica en ese país, lo que a su vez impulsa una mayor demanda de importaciones. Esto, en principio, “beneficiaría a las exportaciones mexicanas, sobre todo de manufacturas”, un fenómeno ya observado con los estímulos fiscales de la administración Biden en 2021 y 2022.
No obstante, Quiroz advirtió que el impulso podría ser menor al de años anteriores. Los recortes de impuestos a las grandes empresas estadounidenses podrían “incentivar la repatriación de inversiones a ese país”, restando atractivo al nearshoring en México. A pesar de esto, señaló que México aún posee “diversas ventajas comparativas” que deberían seguir atrayendo inversiones una vez que haya mayor certidumbre comercial.
Humberto Calzada, economista jefe de Rankia Latam, coincidió en que podría haber “menores incentivos” para que México reciba nuevas inversiones por nearshoring. Sin embargo, argumentó que trasladar la producción completamente a EE. UU. podría ser más costoso en términos de logística y uso de materias primas. Por ello, consideró que el impacto negativo “no sería tan profundo como se podría esperar”.
En cuanto a las remesas, un pilar crucial para la economía mexicana, Gerónimo Ugarte Bedwell, economista en jefe de Valmex Casa de Bolsa, señaló el riesgo de una moderación en su flujo. Esto podría ocurrir si el ajuste fiscal estadounidense conduce a una desaceleración económica o a recortes en el gasto público que afecten a sectores con alta población migrante mexicana, como la construcción, la manufactura ligera y los servicios. Monex, sin embargo, no anticipa una caída significativa en las remesas debido al impuesto del 1.0 por ciento, considerando su “relativa inelasticidad”.
Impacto en el Dólar: Riesgos para su Calificación Crediticia
El plan fiscal de Trump también podría influir en el comportamiento del dólar. Janneth Quiroz indicó que la iniciativa fiscal “apunta a un mayor debilitamiento del dólar”. Explicó que, si bien la depreciación de la divisa estadounidense se inició por tensiones comerciales ligadas a políticas proteccionistas, ahora se ha extendido por los riesgos que plantea el plan fiscal, especialmente al implicar elevar el techo de la deuda a 5 billones de dólares.
Fernando Castellanos, analista de Banco Base, corroboró que un aumento sostenido del déficit fiscal durante varios años, como se proyecta con este paquete de ley, representa “riesgos para la calificación crediticia en Estados Unidos”, lo que a su vez debilita la moneda.
La aprobación de este plan fiscal en el Senado de EE. UU. abre un nuevo capítulo en la dinámica económica y comercial entre ambos países, exigiendo una atenta observación de sus efectos indirectos en México.
Calzada indicó que todavía falta ver los alcances y si su aprobación se vuelve definitiva, los mercados están a la espera de saber cuál será el impacto de esta reforma fiscal en Estados Unidos, y lo que se esperaría es que haya un mayor dinamismo en la economía norteamericana, lo que sería bueno para las empresas.