Tecnología e Innovación

Grem desarrolla osos de peluche con IA para niños

Grem desarrolla osos de peluche con IA para niños

Curio lanza un peluche con chatbot y WiFi a un mercado que se proyecta en $56 mil millones de dólares para 2030, mientras gigantes como Mattel y OpenAI preparan su entrada, lo que plantea nuevos retos sobre la privacidad y la seguridad de los niños.

Los juguetes de la próxima generación han llegado. Mientras las tabletas han dominado el entretenimiento infantil, el mercado se abre a una nueva frontera: los compañeros conversacionales con inteligencia artificial. La empresa Curio está a la vanguardia de esta tendencia con Grem, un peluche que integra WiFi y un chatbot para ofrecer una “amistad conversacional” a niños a partir de los 3 años de edad. El precio de este innovador juguete es de 99 dólares.

El negocio detrás del juguete: Un mercado en explosión
La visión de Curio se apoya en un mercado en pleno auge. El valor del mercado global de juguetes con IA actualmente se estima en 20 mil millones de dólares y se proyecta que alcance los 56 mil millones de dólares para 2030. Este crecimiento representa una tasa anual compuesta (CAGR) del 18.4%.

La efervescencia de este nicho ya está atrayendo a los grandes jugadores. Mattel y OpenAI están en proceso de desarrollar su propia línea de juguetes con IA, anticipando que en los próximos cinco años se verán entre 10 y 15 adquisiciones en este segmento. Este panorama sugiere que los peluches inteligentes no son una curiosidad, sino el inicio de una nueva y lucrativa categoría en la industria de los juguetes.

Tecnología, conexión y la promesa de Grem
El funcionamiento de Grem es un ejemplo de la tecnología avanzada que se está implementando en este tipo de productos. El peluche utiliza varios modelos de IA, conectados a través de WiFi, que integran las tecnologías de OpenAI y Perplexity.

Si bien el concepto es el de un compañero de juegos, estas plataformas no son infalibles. Aunque Grem está diseñado para evitar temas de política o violencia, el New York Times ha reportado que otros juguetes de este tipo han dado “respuestas delicadas”.

La otra cara del juego: Privacidad y control parental
A medida que estos juguetes se venden como compañeros inocentes, surge una pregunta crucial sobre la privacidad y la seguridad de los niños. Curio ha abordado esto en su diseño: las conversaciones que el niño tiene con Grem se graban y se envían al celular del adulto responsable, lo que permite un monitoreo constante.

Esta característica, aunque pensada como medida de control, subraya la complejidad de un juguete que está sentando las bases de cómo las próximas generaciones crecerán e interactuarán con la inteligencia artificial. La “crianza que ya pasa en la sala de alguien más” demuestra que la integración de la IA en la vida cotidiana de los niños no es una idea del futuro, sino una realidad presente.

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Editorial RGB 360

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