
Ganadería de precisión: La IA en collares para optimizar producción de leche
El sector de monitoreo ganadero, valorado en más de US$5 mil millones, utiliza collares con sensores y software para predecir enfermedades en vacas con 48 horas de anticipación, impulsando la eficiencia y la sostenibilidad de las granjas lecheras.

La ganadería de precisión se dispara con la IA
La industria del monitoreo de ganado, un segmento clave de la agricultura de precisión, está experimentando un auge masivo impulsado por la inteligencia artificial (IA) y otras tecnologías. Este sector, que fue valorado en más de 5 mil millones de dólares el año pasado, utiliza datos para optimizar la producción y mejorar la salud de los animales.
El cambio se ejemplifica en granjas como la de Tony Louters en California, donde cada una de sus 700 vacas lleva un collar de alta tecnología equipado con sensores de movimiento y Wi-Fi. Estos dispositivos recopilan datos biométricos que, al ser procesados por algoritmos avanzados y software de Merck, permiten a los granjeros diagnosticar problemas de salud con hasta 48 horas de anticipación. Louters lo describe como “lo más cerca que podemos estar de hablar con las vacas”.
En un caso reciente, Louters recibió una alerta a las 5:30 a.m. sobre los datos de una vaca. A las 6:00 a.m., ya le había dado probióticos y agua tibia, resolviendo un problema que, de haber pasado inadvertido, le habría costado cientos de dólares en leche perdida.
Cómo funciona la tecnología y el impacto en la productividad
Merck, que adquirió la empresa fabricante de collares Allflex en 2019, ahora monitorea más de dos millones de vacas —o el 20% del hato estadounidense— mediante un modelo de suscripción mensual de alrededor de $3 por vaca.
La tecnología de Merck se centra en rastrear la digestión de las vacas. Un sensor de movimiento monitorea la masticación (rumiación) y envía los datos a un algoritmo que detecta anomalías, marcando la información en cuestión de horas.
El impacto en la productividad y la mano de obra es significativo:
- Eficiencia Laboral: Annie Vannurden, gerente de Warner Dairy, pudo expandir su granja de 2,700 a 5,000 vacas sin añadir un solo trabajador gracias a los datos de los collares. Sus trabajadores ahora solo revisan entre el 2% y el 5% del hato diariamente.
- Aumento de la Producción: La salud y la felicidad de las vacas aumentan la producción. Vannurden señaló que, si se obtienen “unos cuantos kilos extra de leche al día, multiplicados por miles de vacas, eso realmente marca la diferencia”.
- Ahorro de Costos: Tony Louters estima que, en la última década, los collares le han ahorrado cerca de 1 millón de dólares en costos de salud animal y mano de obra.
La revolución tecnológica en el campo
La agricultura de precisión no se limita a las vacas. En el Valle Central de California, la tecnología se ha extendido a tractores autónomos que usan sensores similares a los de los taxis robot, y a herramientas de recolección de fruta con cámaras de IA. El 70% de las grandes granjas utiliza ya tecnología de precisión, como mapas GPS y tractores con dirección automática, frente a menos del 10% a principios de la década de 2000.
El costo de los sensores y cámaras ha caído, mientras que los modelos de IA han mejorado, impulsando este boom. La tecnología agrícola ahora está anclada en chips fabricados por Nvidia.
La integración de la IA no solo ayuda a reducir los costos ante la inflación, sino que también permite a los granjeros realizar más trabajo con menos personal, una necesidad creciente en un contexto de restricciones a la inmigración. El progreso es constante: como señala Deepak Joshi, profesor de agricultura de precisión, “solía ser que tendríamos nuevas tecnologías cada pocos años, y ahora es cada seis meses”.