
Acoso comercial: Trump amaga con 30% a México y 35% a Canadá, ¿Fin del T-MEC?
Foto: Especial
El presidente Donald Trump ha lanzado un ultimátum a sus socios comerciales del T-MEC, México y Canadá, con la amenaza de aranceles generales del 30% y 35% respectivamente, bajo la excusa de no frenar el tráfico de fentanilo, desatando una oleada de incertidumbre comercial global.

Una nueva fase de tensiones comerciales ha sido desatada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha amenazado con la imposición de aranceles generales a sus dos principales socios comerciales y miembros del T-MEC, Canadá y México. A través de cartas idénticas, Trump propuso un gravamen del 35% para Canadá y del 30% para México, bajo la excusa de una supuesta inacción para detener el tráfico de fentanilo.
Esta medida se inscribe en una “nueva ola de esquizofrenia proteccionista” iniciada por Trump, que contempla la renovación de aranceles recíprocos a partir de agosto y amenazas de nuevos gravámenes sin razón aparente a diversos productos y países. Entre las nuevas tarifas se incluyen un 50% al cobre y hasta un 200% a los medicamentos. Países como Japón, Corea del Sur, Túnez, Malasia y Kazajistán enfrentarían un arancel general del 25%; la eurozona, Sudáfrica y Bosnia Herzegovina un 30%; Indonesia un 32%; Bangladesh y Serbia un 35%; Camboya y Tailandia un 36%; Laos, Myanmar, Malasia, Kazajistán y Sudáfrica un 40%; y Brasil un 50% como represalia por el juicio al expresidente Bolsonaro. Además, Trump ha declarado que el arancel general del 10% para el resto de los países, anunciado el 2 de abril, podría subir al 15% o duplicarse si no se alcanzan acuerdos comerciales bilaterales en agosto.
En las cartas enviadas a la mandataria Claudia Sheinbaum y al primer ministro canadiense Mark Carney, Trump especifica que los nuevos aranceles son independientes de los gravámenes “sectoriales” ya anunciados, como el 25% a los automóviles y el 50% al acero, aluminio y cobre, sectores particularmente sensibles para México y Canadá. Las misivas también advierten que si Sheinbaum o Carney responden con aranceles o sanciones recíprocas, Trump “subirá aún más los aranceles en forma inmediata”. Estas amenazas llegan mientras Canadá y México están negociando a marchas forzadas acuerdos comerciales bilaterales con Estados Unidos.
El T-MEC en la cuerda floja y la disputa del fentanilo
Un punto crucial que las cartas no especifican es si estos nuevos aranceles afectarán o no a los productos protegidos por el Tratado de Libre Comercio México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC). El propio Trump firmó este tratado durante su primera administración, y desde su retorno al poder, ha advertido en varias ocasiones con desmantelarlo. Un funcionario de la Casa Blanca confirmó a The Wall Street Journal que el nuevo arancel se aplicaría solo a bienes no incluidos en el tratado trilateral (actualmente sujetos a un 25%), pero advirtió que “todo puede cambiar tan rápido como cambie de idea Trump y conforme se desarrollen las negociaciones comerciales trilaterales”.
La excusa central para estos aranceles es la supuesta inacción de México y Canadá para detener el tráfico de fentanilo. Esta presión se suma a otras tensiones recientes, como la mención de la Fiscal General de Estados Unidos, Pam Bondi, quien se refirió a México como uno de los “adversarios extranjeros” junto con Irán, Rusia y China. A esto se añade el “bomba ridícula” lanzada por el Tesoro norteamericano el 25 de junio, acusando a tres instituciones financieras mexicanas de colaborar con cárteles de la droga en los últimos 5 años, con un monto mencionado en sus ejemplos de tan solo 15 millones de dólares, y la actuación de Ovidio Guzmán como testigo protegido en un proceso judicial.
Navegando la incertidumbre y el reacomodo global
En este contexto, Marcelo Ebrard, secretario de Economía de México, encabezó una misión a Washington la semana pasada. Se está planteando una “negociación global” bilateral, previamente anunciada por la Doctora Sheinbaum, que comprende aspectos de migración, tráfico de drogas, agua fronteriza y comercio.
La situación hace evidente que, aunque el T-MEC estableció en sus cláusulas “Sunset” revisiones generales cada seis años (cuya primera vez debería realizarse el año entrante), “probablemente no llegue a concretarse, ya que las negociaciones bilaterales ya son una realidad paralela”.
El caos generado por las relaciones comerciales de Estados Unidos con el mundo ha provocado una “incertidumbre mayúscula” y un rápido reacomodo en las cadenas de suministro globales, un proceso que aún está lejos de concretarse. Este escenario está beneficiando principalmente a China, que amplía y fortalece sus relaciones con numerosos países, avanza con su proyecto de la Ruta de la Seda, manifiesta un notable progreso tecnológico y consolida el peso del bloque BRICS que encabeza. La política “MAGA” (Make America Great Again) de Trump, en la práctica, se está convirtiendo en “MChGA” (Make China Great Again).
Para México, la pregunta clave es cómo soportar “los aranceles impuestos ilegalmente y con las reglas que estarán vivas hasta que el T-MEC deje de estar vigente legalmente”. El T-MEC estipula que la parte que desea retirarse debe notificar por escrito a las otras dos partes con al menos seis meses de anticipación.